Mario Roldán y sus hijos cayeron el lunes por vender baldes de pintura truchos. El fiscal les impuso una caución de $1 millón a cada uno, para acceder a la libertad. Además, intentan localizar a víctimas de las estafas.
Prometían una pintura de calidad premium, a precios económicos y con envío a domicilio gratis. Pero todo se trataba de una estafa, según la investigación policial y judicial: los esmaltes eran «de segunda» y ni siquiera correspondían a las marcas que presentaban en sus etiquetas los baldes comercializados.
Las quejas no tardaron en llegar a conocidas fábricas, cuyos nombres eran utilizados para falsificar los productos. Fueron los propios directivos de las firmas quienes comenzaron a descubrir la maniobra ilegal que se escondía detrás los reclamos.
A partir de las denuncias, los detectives de la División Delitos Económicos de Investigaciones, bajo las directivas del fiscal Hernán Ríos, iniciaron una pesquisa que terminó desbaratando una «pyme» familiar acusada de realizar las maniobras fraudulentas.
El hombre a cargo de las actividades ilegales fue identificado como Mario Walter Roldán Ledesma (50), llamado el Rey de la Pintura, por el nombre de la marca de su negocio.
Junto a él cayeron sus hijos Walter Jonathan (29) y Gastón Paulo Roldán Agüero (25), quienes trabajaban con su padre y desarrollaban diferentes tareas en la organización.

Tras el allanamiento y detenciones efectivizadas el lunes, el fiscal Ríos los imputó en las últimas horas por estafa en grado de tentativa, calificación que prevé penas un mes a seis años de prisión.
Creen que puede haber más de mil damnificados que adquirieron las pinturas apócrifas, por lo que desde la Justicia buscan dar con esos damnificados para que sumen denuncias a la causa.
Además, el representante del Ministerio Público les impuso una caución de 1 millón de pesos a cada uno, para que accedan al recupero de la libertad.

No obstante, las cuantiosas cifras no habían sido abonadas y su defensa se negó a firmar a modo de garantía del cumplimiento de las condiciones impuestas para acceder al beneficio, motivo por el cual continuaban alojados en una comisaría hasta la mañana de este jueves.
En las últimas horas, los acusados ofrecieron algunos bienes (vehículos e inmuebles) como forma de pago. Pero los mismos deberán ser tasados por el Cuerpo Médico Forense (CMF), lo que puede llegar a tardar varias semanas.
Por eso la situación de los Roldán es complicada y en caso de no poder abonar las respectivas fianzas, deberán pasar a un penal provincial.
El ardid
«Decían que eran saldos de las pinturerías y que las vendían a mitad de precio, pero la calidad era muy inferior», confió una fuente allegada a la pesquisa.
Así los sospechosos convencían a sus clientes. En parte, por las etiquetas que presentaban los baldes, que pertenecían a conocidas marcas del rubro, y también por la palabrería o chamullo mediante el cual terminaban de cerrar las ventas.
«La gente confiaba en la etiqueta», sostiene los detectives del caso. Justamente, durante la medida judicial que se realizó el lunes en el taller que funcionaba en un domicilio de calle Piquillín, en el barrio Solar de Lomas de Chacras, en Vertientes del Pedemonte, se hallaron decenas de rollos de rótulos falsificados de diferentes marcas.

Las mismas eran colocadas en los tachos de pintura de dudosa calidad, que eran comprados a una fábrica de Córdoba, sostiene la información.
Asimismo, los acusados comercializaban la pintura bajo su propia marca «El Rey de la Pintura», la cual aseguraban que era de calidad premium, pero se trataba de los mismos esmaltes de segunda.
Pero una de las situaciones que se están investigando es el proceso mediante el cual se fabricaban las pinturas que vendían los imputados y si pueden llegar a contener algún químico nocivo para la salud.

Por ese motivo, desde la Fiscalía están en busca de clientes que hayan adquirido los baldes truchos, no sólo con objetivo de que radiquen la denuncia correspondiente por la estafa, sino también para tener la posibilidad de analizar la pintura en un laboratorio.
En caso de que se determine que el contenido representa un riesgo para los compradores, el representante del Ministerio Público podría sumarle una nueva imputación a los detenidos.
Causa federal
Los Roldán no solo quedaron complicados por el expediente que se investiga en la Justicia local, sino que durante el allanamiento también se incautaron alrededor de 900 pares de zapatillas falsificadas, por lo que se le dio intervención al fuero federal por infracción al Código Aduanero (Ley 22.415).
Además, el fiscal Ríos sacó una compulsa para que la Justicia federal investigue a los detenidos por la Ley de Marcas, tanto por utilizar nombres y logos de otras empresas en los baldes de pintura y por el calzado secuestrado.
Fuente: El Sol – Pablo Montivero