Mientras el mundo sigue en crisis por la pandemia, la economía china logró crecer 2,3 por ciento en 2020. Su PBI superó los 100 billones de yuanes por primera vez en la historia.
Según los datos publicados por el Buró Nacional de Estadísticas (BNE) de China, el producto interno bruto (PIB) de China creció un 2,3 por ciento en 2020, alcanzando los 101,5986 billones de yuanes RMB. Esta es la primera vez que la cifra supera los 100 billones de yuanes.
Para dimensionar su tamaño es la suma del total del PIB de la economía de Japón, Alemania, Gran Bretaña y Francia. Y comparando con la propia China, el PBI se ha multiplicado por 10 veces en los últimos 20 años.
Mientras el mundo sigue en crisis por la pandemia la economía china logró crecer un 6,5% en el cuarto trimestre, volviendo a la normalidad teniendo en cuenta que en 2019 creció al 6,1%.
Si se observan las cifras del PIB de varios países, se encuentra la gravedad de la crisis: casi todos los países industrializados se encuentran en la zona roja negativa. La zona del euro se contrajo un 7,5%, el Grupo de los Veinte (G20) se contrajo un 3,8%
La economía china ya ha alcanzado el nivel de producción que tenía antes de la pandemia, mientras que se espera que Estados Unidos y Japón alcancen el nivel de producción anterior a la pandemia este año, aventuró Brooks. La zona del euro y muchos mercados emergentes y países en desarrollo no alcanzarán este nivel hasta 2022, algunos países de bajos ingresos incluso tardarán, expuso la funcionaria del FMI.
Por ejemplo, un informe reciente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) mostró que la inversión extranjera directa (IED) mundial cayó un 42% en 2020. En marcado contraste, China se convirtió en el mayor receptor mundial de IED en 2020 debido a que los flujos hacia China aumentaron 4%, mientras que Estados Unidos cayó un 49%, ocupando el segundo lugar.
En términos de mercado de valores, en 2020, un 36,04 por ciento más de inversores en China abrieron cuentas para la compraventa de acciones en las bolsas de valores de Shanghai y Shenzhen.
El año pasado, el mercado chino se convirtió en un «refugio seguro» para el capital extranjero. En los primeros once meses de 2020, el capital externo de uso real en China fue de 899.380 millones de yuanes RMB (unos 115.000 millones de euros), un 6,3 por ciento más que el año anterior. En contraste con el mercado mundial que se contrae rápidamente, las empresas extranjeras en China obtuvieron altos rendimientos el año pasado. En los primeros tres trimestres, las exportaciones agrícolas de Italia a China aumentaron un 24,9 por ciento. L‘Oréal China logró un fuerte crecimiento del 20,8 por ciento. Las ventas de BMW en el gigante asiático aumentaron un 7,4 por ciento, mientras que sus ventas mundiales cayeron un 8,4 por ciento.
China se convirtió además en 2020 en el principal destino de la inversión extranjera directa (IED). Los flujos de IED hacia el país asiático aumentaron un 4 por ciento hasta los 163.000 millones de dólares, lo que convirtió al país en el mayor receptor del mundo seguido por Estados Unidos, según el último informe de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial publicaron recientemente sus perspectivas económicas globales para 2021 y estiman que la economía de China crecerá un 7,9 por ciento.
«China optó por hacer políticas anticíclicas para evitar mayores impactos de la pandemia. Mientras México sufría por la caída de ventas hacia su principal mercado, el vecino Estados Unidos, la cooperación con China ganó fuerza, con aumento de ventas de petróleo y componentes electrónicos y autopartes», comentó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó, en la última actualización de su informe Perspectivas Económicas Mundiales, un crecimiento del 8,1 por ciento de la economía china en 2021, en medio de una recuperación mundial parcial y desigual.
Añadió que «se ha proporcionado un apoyo político eficaz tanto en términos de política fiscal como de política monetaria» y que, además, las exportaciones del país también aumentaron en esta coyuntura.
Para garantizar esta senda de recuperación, enfatizó, es «de vital importancia» que el país asegure la continuidad del reequilibrio hacia el consumo privado, que «quizás incluso se acelere hasta cierto punto, con esfuerzos para fortalecer la red de seguridad social».
En 2022, se prevé que la economía de China crezca un 5,6 por ciento, según el informe del FMI.
La mayoría de los países del mundo tienen a China como uno de sus principales socios comerciales, por lo que fue clave la recuperación de China para evitar que la crisis económica sea mayor.
Desde una perspectiva global, toda la economía mundial se beneficiará de la fuerza de China. Esto es obvio en vista de la tendencia a la globalización y el entrelazamiento de países en el mundo. Esto también está en línea con la piedra angular de la política china enfatizada por el presidente Xi Jinping, es decir, el concepto de una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
«China sirvió como un punto de equilibrio para las relaciones comerciales exteriores de América Latina. Mientras otros grandes socios estaban en recesión, China sirvió como un salvavidas porque fue la única economía importante del mundo que tuvo crecimiento interno gracias a los estímulos dados a su propio mercado interno», dijo el especialista.
Los números del más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estiman que el comercio exterior en Latinoamérica tuvo en 2020 su peor desempeño desde la crisis financiera de 2008, con un derrumbe del 13 por ciento: las exportaciones dentro de la región cayeron 24 por ciento, las dirigidas hacia Estados Unidos un 14 por ciento y a la Unión Europea un 13 por ciento.
«El 2020 fue un año catastrófico para la economía global y América Latina sufrió mucho. El impacto no fue mayor porque el comercio con China se mantuvo y hasta aumentó. Esto muestra la relevancia de China con nuestra región ante una crisis. Las crisis revelan muchas cosas y una de ellas es lo importante que es para América Latina la economía de China», opinó el economista.
China tiene una economía sólida, una base sólida y una capacidad muy fuerte para resistir las crisis. Por lo tanto, no es sorprendente que los expertos tengan pronósticos optimistas para el crecimiento económico de China este año. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) predice que la economía china crecerá con fuerza un 7,9% en 2021. Los analistas de UBS escribieron en un comunicado: «Esperamos que, impulsada por las exportaciones y el consumo interno, la tasa de crecimiento del PIB de China regrese al 8,2% en 2021».
Diego Mazzoccone Analista internacional, experto en China
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Fuente: Ambito