Fueron fiscalizadas más de 20 plantas en Mendoza. En otra de las marcas registradas para lanzar se habían asociado con una reconocida experta que pertenece a la tercera generación de una reconocida familia vitivinícola.
El caso Champanabis se está convirtiendo en una historia con todos los ingredientes necesarios para terminar casi en una película. Todo ocurre en Mendoza, tierra de bodegas y viñedos, donde todo se sabe, pero nada se dice.
Cuando salió a la luz a través de una nota de BAE Negocios la venta ilegal de una bebida con cannabis que ofrecía la bodega online Casa Tinto a $2160 se desató un escándalo. El sitio web lo ofrecía como un Espumoso Extra Brut Chardonnay de resina Cannabis Sativa Gelato. Aseguraba que el origen era uruguayo, aunque la botella no tenía ninguna etiqueta que aclarara la procedencia, ni lo que contenía. Apenas salió a luz, la bodega bajó su página web y sus redes sociales. No fue por orden judicial, ya que hasta ahora parece que ningún fiscal de oficio ha tomado parte, aseguran en Mendoza.
Según datos del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial, la marca «Champanabis» es de los mendocinos Mariano Sisti, de Chacras de Coria, y Enrique Corvalán Sex. En sus perfiles en redes se ven imágenes de esta bebida y además, habían iniciado el trámite de registro de marca en el país vecino. Vale recordar que no se puede llamar champagne porque es una denominación de origen francesa protegida a nivel mundial, debería llamarse espumoso porque no se puede hacer vinos con agregados. Si al vino se le agrega hierba o aromatizantes debería llamarse vermouth. Hoy no está permitida la posibilidad de agregarle un producto ni al vino y menos al champagne y peor aún si se trata de una sustancia como el cannabis.
Fiscalizan a bodegas mendocinas
Con estos antecedentes, la marca Champanabis fue objetada en el registro de propiedad intelectual de Argentina por el Comité Interprofessionnel Du Vin de Champagne y el Institut National de L’Origine et de la Qualité. Lo que todos se preguntan: ¿El INPI notificó al Instituto Nacional de Vitivinicultura de este pedido de aprobación para que lo objete? El INV lo objetó o ni se enteró. Si bien parece que no tenía la autorización final, de todas formas, alguien deberá rendir cuentas.
En el Instituto Nacional de Vitivinicultura están en plena investigación y hasta que no tengan el informe decidieron no hablar. De acuerdo al resultado irán a la Justicia. Pero lo que se sabe en Mendoza es que la investigación esta en marcha y más de 20 bodegas estuvieron bajo la lupa y fueron fiscalizadas.
Más pistas de la bodega productora del Champanabis
Los dueños de la marca Champanabis, Mariano Sisti y Enrique Corvalán Sex, registraron dos marcas más para productos con vino y cannabis. “El año pasado Sisti inició los trámites para quedarse con las marcas Cannábico y Cannavidcultor. En estos casos el socio del mendocino no es Corvalán Sex, sino Florencia Burgoa, hija de un reconocido enólogo y una ex reina de la Vendimia. Cada uno aparece en los expedientes con el 50% de la participación”, publicó el sitio mendocino Memo.
Florencia Burgoa, responsable de una importante bodega, heredó la pasión por ser la tercera generación de una reconocida familia ligada a la vitivinicultura. Hace casi un año, Burgoa creó junto a Gabriela Squartini el exclusivo espumante Let me in my Queen, el único espumante LTGB del mundo. En ese momento, varios medios se preguntaban quién es la millonaria que hace un espumante en Chacras de Coria al referirse a Gabriela Bertone, tía del estilista tucumano Pablo Verxelitaki, una excéntrica al estilo de Ricardo Fort. El espumante se presentó en una gran fiesta en un hotel tucumano que tuvo de invitada a Charlotte Caniggia.
En Mendoza, el caso Champanabis es la comidilla de todo el sector vitivinícola que sabe que si la investigación del INV confirma donde se hizo el espumoso con cannabis, irán a la Justicia. Pero la historia no termina, los dueños de la cuestionada marca dejaron varias pistas para seguir. Todavía no esta confirmado fehacientemente dónde se produjo, pero la investigación sigue.
CHURRITO O DR KOGOYO ALGUNOS ORIGINALES NOMBRES. Las cervezas cannábicas en lata son lo más buscado del verano.
BoomBeer nació en pandemia como una distribuidora de cervezas de perfil cannábico ofrece 12 variedades de 5 Pymes cerveceras de todo el país. Cotizan de los $140 a los $360, tienen 7 grados de alcohol promedio.
El mundo de la cerveza artesanal dio un giro en la pandemia. Se tuvo que reiventar para poder sobrevivir y comenzó a buscar sabores nuevos para enlatar. Así nació BoomBeer, una distribuidora de bebidas alcohólicas de perfil cannábico, más conocidas como cervezas cannábicas.
Franco Bustos es un buscador de oportunidades, viene del mundo del bitcoin, pero decidió junto con su ex compañero de colegio, Santiago Laino, armar un nuevo negocio a tres meses de llegada la pandemia. “Comenzamos en agosto, al estar cerradas las cervecerías empezaron a aparecer latas y nos convertimos en un intermediario entre el fabricante cervecero y el punto de venta, aunque también vendemos minorista. Antes sólo se podía conseguir una cerveza cannábica donde se producen o en algún grow shop”, contó Bustos.
El creador de BoomBeer explicó a BAE Negocios en qué consiste una cerveza con perfil cannábico: “Las bebidas perfiladas, son aquellas que tienen la nota en sabor y olor de la genética de planta cannábica detallada, pero en su elaboración, no es usada materia vegetal cannábica para lograrla. Es el componente aromático lo que las caracteriza, agregando durante la cocción, los característicos terpenos que dan esta especialidad perceptible. Pero con la diferencia de que estos terpenos son de otras plantas que no son de la familia cannábica”.
Cómo se consigue el sabor y color al cannabis tiene su explicación: “Se logra en un laboratorio usando diferentes terpenos con la misma estructura molecular que los terpenos de una cannábica, dando así la idéntica nota en sabor y olor. Los terpenos, así como en las cannábicas, están presentes en distintas flores y plantas, por lo tanto se pueden extraer y utilizar para diferentes fines”, agregó.
En el mercado argentino existen alrededor de 15 cervecerías que producen estas cervezas de perfil cannábico. BoomBeer comercializa 12 diferentes productos de cinco de las principales cervecerías de este rubro. Su idea es especializarse para cuando se autorice la combinación con cannabis, ya estar posicionado.
Se dividen en dos: Las cervezas bautizadas Hemp están hechas con semillas de cannabis o cáñamo y las de perfil cannábico que son cervezas con perfil de terpenos con el componente aromático, molecularmente tiene la misma estructura, el perfil logra el mismo olor y sabor, pero no tienen ningún derivado de cannabis.
La mayoría de las cervezas que ofrece BoomBeer son perfiladas, sólo tres son Hemp: una fue creada por Hernán Castellani es la Sir Hopper Hemp IPA, le agregó terpenos a una IPA. Las otras dos Hemp son de la cervecería BrewHouse de Mar del Plata. Las Hemp se llaman Jack Herer en homenaje al conocido activista cultivador cannábico y la otra Hemp fue bautizada, Dr Kogoyo Hemp Neipa.
Radiografía de las cervezas cannábicas
Desde la zona de San Fernando, la cervecería El Galpón de Tacuara ofrece Churrito que es una Hazy IPA y sus terpenos son Girl Scout Cookies y Tangie, tiene la característica de ser de mandarina, es más bien cítrica. Desde Mar del Plata, BrewHouse tiene además, dos perfiladas: Liberen al Kogoyo con una nota Kush y Sativa que es una Session IPA.
Algunos también buscan socios para lanzar productos, es el caso del grow shop 1422 que en colaboración con la cervecería Kraken lanzaron una marca de perfil cannábico llamada Beer &Weed y las variantes con Green Crack rubia y Tangie Porter, la negra. Todas nacidas en el barrio de Boedo.
Desde el sur, más exactamente de Bariloche llega Hops & Terps que también tiene otra marca llamada Terpenautas. A diferencia del resto, desarrollan los perfiles de terpenos en líquido y lo venden para ser sumados a toda clase de productos, incluso alimentos. Las tres variables que ofrecen son: Lemon Skun, Tangie Irish Red y Amnesia.
Parecen cervezas con marihuana
El dueño de BoomBeer explicó a BAE Negocios: “Los precios de estas cervezas de perfil cannábico van desde los $140 a los $360, depende de la cerveza. El costo del envío depende de la localidad, cuesta $200 en CABA, si es en el conurbano llega a $500 y si es en el resto del país cuesta $700. Vendemos online y nos especializamos en la venta directa a grow shops, tabaquerías, quioscos y bares”.
Sobre los efectos que causan, aclaró: “No pegan porque no tienen ningún compuesto cannábico, pero la graduación alcohólica es de 7 grados, muy superior a una cerveza normal. A muchos les gusta catar una flor con una cerveza que tenga similar aroma y sabor. Hay muchos que quizás no fumarían pero a través del alcohol lo aceptan”.
El grow shop 1422 y Hops & Terps son los únicos que no tienen bares, las otras tres Pymes productoras permiten el consumo en el lugar, además de la compra. Un nicho de negocio diferente, pero legal y con futuro.