El anuncio se dio en represalia por las sanciones contra Moscú debido al conflicto en Ucrania.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, prorrogó hasta finales de 2021 el embargo sobre los productos alimentarios occidentales, introducido en 2014 en represalia por las sanciones decretadas por los estadounidenses y los europeos contra Moscú por su papel en la crisis ucraniana. La Unión Europea, que no reconoce la anexión rusa de Crimea, ha condicionado el fin del castigo económico a la solución pacífica del conflicto.
El decreto, firmado el sábado por Putin, prorroga hasta el 31 de diciembre de 2021 la prohibición de importar a Rusia productos alimenticios procedentes principalmente de la Unión Europea. Estas medidas, adoptadas en agosto de 2014, se aplican a la mayoría de los productos alimenticios originarios de los países que sancionan a Rusia por la anexión de la península ucraniana de Crimea, en marzo del mismo año, y su apoyo a los separatistas del este de Ucrania, informó AFP.
Desde entonces, el embargo se prorrogó en cinco ocasiones, en respuesta a la extensión de las sanciones económicas europeas. A finales de junio, la Unión Europea decidió prorrogar por seis meses sus sanciones económicas contra Rusia debido al conflicto en el este de Ucrania. El organismo no reconoce la anexión de Crimea por parte de Rusia, que califica de «violación del Derecho internacional».
Las sanciones occidentales que afectan a todos los sectores de la economía rusa, junto con la caída de los precios de los hidrocarburos, sumieron a Rusia en su recesión más prolongada desde la llegada al Kremlin de Vladimir Putin, en 2000. El país se está recuperando gradualmente y las autoridades afirman que el embargo favorece el desarrollo del sector agrícola ruso, al que conceden importantes subvenciones.
El anuncio lo realizó el mandatario este sábado, horas antes de participar en la cumbre del G20 en la que hará hincapié en la necesidad de esfuerzos comunes para combatir la covid-19 y su impacto en la economía mundial. Esta semana se advirtió que decenas de millones de personas podrían acabar en la calle debido a la pandemia del coronavirus, que en el caso de Rusia, entre otros factores, ha provocado una contracción de la economía del 3,6 % en los primeros diez meses del año.