Ni Tyson Fury ni Anthony Joshua deberán estar preocupados con lo que Oleksandr Usyk demostró el sábado pasado contra Dereck Chisora en Londres. Fue una actuación sólida, pero no parece suficiente para que el ucraniano aspire a la élite de la categoría.
La subida de Oleksandr Usyk de los cruceros a los pesados generó una enorme expectativa. Primero, porque Usyk había arrasado los cruceros ganando los cuatro cinturones de título mundial. Y segundo, por el momento actual de resurgimiento que vive la división de los pesados. La combinación de ambos factores, la calidad de Usyk y el ecosistema pesado, resultaba explosiva.
Usyk ya tuvo sus dos primeras peleas en la categoría máxima. Y gusta, pero no impresiona. Su pelea contra Dereck Chisora prometía ser una primera prueba real para el ucraniano, y Usyk cumplió a secas.
No es que Usyk sea malo, sino que sus fortalezas no superan a las de quienes ya están en la élite de los pesados. El ucraniano tiene un extraordinario juego de pies, y una movilidad sobresaliente para ser un peso grande. Sabe quitarse golpes, sabe no dejarse arrinconar, sabe mantener a los rivales a distancia con el jab.
Pero lo no que tiene Usyk, es una marcha de potencia adicional. En los pesados, no ha demostrado esa explosividad extra, para que una vez que cansa a sus rivales con su movilidad, pueda darle poder a sus ráfagas de golpes para rematar a esos rivales fundidos y terminarlos.
Dereck Chisora no debió haber llegado a la decisión porque terminó fundido. Estuvo al borde del colapso físico en un par de rounds. Y sin embargo, se le fue vivo a Usyk, porque el ucraniano no pudo ser explosivo cuando intentó pisar el acelerador.
Puede ser, simplemente, que Usyk no ha culminado su adaptación física a los pesados. Al pesaje para la pelea con Chisora se presentó en el peso más alto de su carrera, y aun así, se vio chico en comparación al rival. Tal vez, su pegada no alcance en los pesados para ser explosivo.
Pueden ser mil cosas, pero lo que sí es evidente es que esa explosividad de manos sí la tiene Anthony Joshua y también la tiene Tyson Fury. Si enumeramos las fortalezas y habilidades de Usyk, notaremos que son fortalezas que también tienen Joshua y Fury.
Si hablamos del trabajo de pies, de movilidad, de no dejarse llegar al rival, de quitarse golpes, de salidas laterales, basta con recordar que todo eso estuvo presente en la cátedra de boxeo que le dio Joshua a Andy Ruiz en la revancha. Dinámica de una intensidad igual o hasta mejor que la de Usyk. Y si volteamos a ver a Tyson Fury, la cosa se le complica más a Usyk, pues el Rey Gitano es capaz de boxear, de jabear y moverse, de quitarse golpes tan bien como cualquiera en la historia de la categoría. Si hay que salir a boxear, ni Joshua ni Fury tienen ningún problema.
En ese renglón de la movilidad y el boxeo, entonces, Usyk no tiene una gran ventaja sobre Fury y Joshua.
Pero, por el otro lado, si hablamos de las carencias que ha mostrado Usyk, veremos que esas carencias no las padece ni Joshua ni Fury. Anthony Joshua ya ha demostrado que tiene explosividad y poder de manos, y que puede enfrascarse en el palo y palo hasta noquear a peleadores de gran calado físico como Wladimir Klitschko.
Y Tyson Fury lo mismo, pues ya ha demostrado que a su estilo boxeador, él sí puede meterle esa potencia extra para soltar las manos hasta colapsar al rival como lo hizo en la revancha contra Deontay Wilder.
Es decir, que tanto Joshua como Fury pueden salir a boxear, o pueden salir a atacar, y en ambas facetas tienen amplias posibilidades de ganar.
Usyk, en contraste, ha demostrado que en los pesados le sale bien salir a boxear, pero que sus manos no tienen ese poder de rendición, o que al menos, no ha podido desarrollarlo hasta ahora.
¿Para qué le alcanza a Usyk las habilidades desplegadas contra Chisora? Le alcanzará para dominar a cualquier pesado estereotípico. Si se trata de pesados grandes, fuertes, pegadores, pero lentos y estáticos, Usyk los va a llevar a la escuela como llevó a Chisora.
Pero si le toca ir contra pesados dúctiles con capacidad de desplegar varias facetas de boxeo como Joshua o Fury, Usyk parece que se quedará corto.
La noche del sábado, Anthony Joshua y Tyson Fury durmieron como bebés, luego de ver a Usyk contra Chisora.