Guzmán revive al ingeniero. Puente sobre del río Kwai ¿hasta marzo? Arriazu, chivo expiatorio. La ventanita de Miguel. Hasta Mauri parece Messi. Culpa del carry trade. Un nombre a recordar: Lael. ¡Puf bono PIMCO!
Se cumplen hoy los primeros 318 días del Gobierno de Fernández. Parece un siglo. El tembladeral cambiario ha sido como un uppercut de Mike Tyson a la mandíbula del equipo económico. Pero lo que más inquieta al mercado es que el Gobierno parece no reaccionar y en esta pelea que está perdiendo claramente, día a día, por ahora por puntos, solo atina a aguantar hasta el round 12 (¿marzo 2021?). Como una vez en 1959 el entonces ministro de Economía, Álvaro Alsogaray, acuñó la ya célebre e histórica frase de que “hay que pasar el invierno” tras lanzar su paquete de medidas, hoy el binomio Guzmán-Pesce solo piensa en que “hay que pasar el verano”. Otros más jóvenes recuerdan a Erman González. Claro que al ritmo de caída de las reservas, ya el fin de año suena algo demasiado lejano. Todo tipo de rumores y trascendidos dan colorido a la paleta de nervios de los inversores. Quizás uno de los que hizo más ruido fue el que le atribuyeron a Ricardo Arriazu sobre cierta conversación con gente del BCRA que le había confirmado que habían usado los encajes en dólares. Ayer el propio economista lo desmintió en un Zoom afirmando que no hablaba con funcionarios. En realidad él había señalado el día anterior en otro Zoom que estimaba las reservas netas en u$s500 millones negativas. De ahí, como reguero de pólvora, corrieron los rumores sobre los encajes. Lo cierto es que, para empezar el dinero es fungible, y además el BCRA aún tiene otras opciones antes de quemar las naves. Por ejemplo, y como lo comentó recientemente frente a inversores el ex jefe del BCRA, Martin Redrado, hay una “ventanita” antes de echar mano al oro o a los DEG, que son los fondos acumulados por SEDESA (el sistema de garantía de depósitos) que rondaría por los u$s1.500 millones. El BCRA podría tomar prestado contra esto, si se trata de rascar el fondo de la lata, o usarlos directamente. Pero tiene la opción de armar un Repo con los bonos que recibió del canje e incluso activar algo del swap chino. Todo suma.
Lo que hoy se precisa es un puente para transitar en medio de la negociación con el FMI. Pero los tiempos se acortan. Economistas locales que mantuvieron reuniones con la misión del Fondo, que según uno de ellos, se fue espantada por la situación política, comentaron que había predisposición para comenzar a negociar cuando el Gobierno quisiera. En Washington lo único que tienen claro es que no quieren ser el verdugo de Argentina. Al respecto, en un encuentro de inversores se explicó que el caso ucraniano podría arrojar luz para lo que viene porque el FMI, en el nuevo programa acordado (stand by) con el Gobierno de Kiev le permite financiar un déficit fiscal de 5,3% y 3,5% del PIB en 2021 y 2022. Como si fuera poco, ayer por la tarde apareció un “comunicado” de los bonistas criticando y pidiendo ¡un plan! Desde los pasillos del Palacio de Hacienda culpan a un fondo suizo ya que se habrían comunicado varios de los grandes para despegarse de la misiva. Todo muy confuso que no hace más que echar nafta al fuego. El Gobierno no quiere devaluar. No hay duda. Pero los tiempos se acortan y las reservas se diluyen. Nunca antes fue tan necesario un buen golpe sobre la mesa para despabilar a los agentes económicos y tomar decisiones para inyectar confianza. Tan mal está la cosa, decían en un asado financiero en el bajo San Isidro, que hasta el insoslayable “fracaso” del gobierno de Macri parece una joyita frente a la actualidad.
Este lío lo armaron los “carritreidistas” aún atrapados acá, bramaban en una mesa extranjera que con el dólar a $190 ni se acuerdan de Trump y Biden. Un dato a tener en cuenta, sobre todo, en la negociación con el FMI: un tapado que suena para ser el próximo Secretario del Tesoro de EE.UU., si triunfa Biden, es la actual directora de la Fed, Lael Brainard. Que Guzmán vaya pidiendo su WhatsApp. Y hablando del ministro y sus huestes un experto local detectó un “temita técnico” con el nuevo bono dólar linked (llamado Bono PIMCO): el mercado está valuando el CCL en base a la colocación del bono a cambio de Lecer y las Ledes (a los que tenían BoPoMo). Si Finanzas lo toma a valor técnico y entrega un “AL30D” (Bono 2030), da un tipo de cambio implícito de $190. El experto explicó a su mesa que Finanzas tiene hasta el próximo 2 de noviembre para confirmar si entrega AL30 u otro bono. En ese caso tendría que ofrecer una relación de canje y algún endulzante para que el tipo de cambio de más bajo. Lo que ocurre es que este canje de Letras en pesos por el bono en dólares es el benchmark. Todo el mundo sigue hablando de la devaluación, lo que explica lo que está pasando en el mercado. Todos muy jugados, esperando la profecía auto-cumplida. Pero lo que todos saben es que si se devalúa sin plan, el dólar será el nuevo “barrilete cósmico” y el noveno círculo del Dante estará entre nosotros. Hablando de datos, ya se lanzó el contrato yuan en el Rofex, con trámite exprés de CNV y BCRA, pero todavía no se hizo ninguna operación. El contrato es de 5.000 yuanes (unos u$s750). No hay market markers aún. Sin embargo, el mercado de futuros del dólar sigue movidito, unos 500.000 contratos y parece que el BCRA volvió a aparecer.