Los préstamos se vienen derrumbando desde agosto 2019. No es malo para el respaldo de los depósitos, pero sí para prefinanciaciones.
Tras el impacto de las medidas del 15 de septiembre, algunos ahorristas vienen expresando en redes temor en relación con la capacidad del sistema bancario para afrontar la salida de depósitos en dólares. Sin embargo, especialistas consultados por Ámbito explicaron que desde que comenzó la primera salida grande de depósitos de este período (luego de las PASO) el sistema financiero se fortaleció en dos aspectos clave: el ratio depósitos/préstamos y el nivel de encajes técnicos.
La contrapartida es un menor nivel de créditos en dólares, que afecta de manera contundente al sector exportador, que es el que puede acceder a financiamiento en moneda estadounidense.
“Pese a la caída de depósitos, el sistema bancario está sólido y líquido. Los depósitos privados en dólares ascienden a cerca de u$s15.500 millones, con encajes de los bancos comerciales en el Banco Central por más de u$s12.000 millones y poco menos de u$s2.300 millones en efectivo en sucursales”, resumió el analista sectorial de Ecolatina, Santiago Manoukian. Y añadió: “Casi el 90% de los depósitos privados en dólares tiene respaldo inmediato. Esto ha sido favorecido por un importante desarme de los préstamos en moneda dura, que han recortado a u$s5.800, cayendo ininterrumpidamente desde agosto de 2019”. Hasta ese momento, los créditos en dólares estaban en torno a los u$s15.000 millones.
No obstante, Manoukian advirtió: “Mientras el Banco Central no use los encajes de los bancos comerciales para intervenir en el MULC, los riesgos lucen acotados”.
En un informe audiovisual de finales de septiembre, el economista Norberto Sosa, de Invertir en Bolsa, indicó: “Desde las PASO los depósitos en dólares cayeron a la mitad y el sistema soportó sin zozobra estos retiros, porque también hubo una fuerte caída en el crédito. El crédito que vencía no se renovaba. Y esto llevó a que la relación créditos-depósitos bajara de niveles del 50% a niveles del 35,9%. Además, hasta las PASO el nivel de encaje técnico estaba en torno al 49,2% y ahora en 73,1%”.
Este fortalecimiento del sistema bancario es resultado de uno de los aprendizajes que tuvo el país tras el corralito, ya que en 2002 se estableció que los depósitos en moneda extranjera recibidos por los bancos deben ser utilizados, fundamentalmente, para financiar a deudores con ingresos provenientes del comercio exterior. “Hacia fines de 2000 casi la mitad de los préstamos bancarios al sector privado en moneda dura se correspondía con deudores que no pertenecían al sector de transables y más del 60% del crédito privado era en moneda extranjera (actualmente, estos explican el 15%)”, consignó Manoukian.
En tanto, el director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo, realizó una aclaración respecto de la generación de divisas. “Si se prestaran todos los dólares a exportadores, mientras el BCRA liquida divisas en el mercado, ahí sí podría haber un riesgo futuro. Porque los exportadores reciben pesos y los dólares quedan en el BCRA”. Sin embargo, Elizondo explicó: “Esto es sólo una hipótesis, ya que hay muy poco prestado. La que sufre es la exportación, que tiene poco financiamiento”.
Por su parte, Manoukian agregó: “El BCRA se propuso reducir la participación de grandes empresas en las líneas de financiamiento que las entidades financieras ofrecen para la prefinanciación de exportaciones, buscando que las compañías con acceso al crédito externo pudieran usufructuar las mejores condiciones generadas por la normalización de la deuda soberana, liberando margen de financiamiento para el crédito local de pymes exportadoras. Pero el arreglo de la deuda no se capitalizó en una mejora sustancial de la prima soberana y las recientes medidas dificultan aún más el financiamiento de las firmas en el exterior”.
En síntesis, el economista de Ecolatina afirmó: “El escenario reinante cercena la posibilidad de acceder al financiamiento adecuado para concretar operaciones de comercio exterior a través de la prefinanciación de exportaciones”.
Un operador de mercado señaló a este medio: “La deducción de manual sería: si cae la financiación, se produce menos de determinado bien y se exporta menos del mismo. Sin embargo, estamos en Argentina y es probable que algunas prefinanciaciones se estén tomando para no liquidar los granos”.