Resaltó irregularidades en la «auditoría» que dio origen a la causa y aseguró que «nunca» este proceso estaba dirigido a contribuyentes en particular. Querella del organismo declinó hacer preguntas a testigo.
Otro exsubdirector general de Auditoría de la AFIP declaró ayer en el juicio oral y ratificó una serie de irregularidades inéditas en la historia del organismo respecto a los informes internos que originaron la causa Oil Combustibles. “Fue una cacería del ratón. Lo vi. Existió. A Oil le bloquearon las posibilidades de pagar. Una locura lo que pasó”, disparó Fabián Fuertes que declaró vía Zoom desde una delegación del organismo en San Martín de los Andes. Detalló nuevamente cuáles eran los procedimientos regulados por la SIGEN para avanzar con las auditorías dentro de la AFIP y subrayó que “nunca debe ocurrir” que estén direccionadas respecto a un contribuyente determinado, sino que sirven para detectar “desvíos” en procesos que hacen a la recaudación de impuestos. “Nunca se hacen sobre alguien en particular porque no se estaría buscando un desvío (en los procesos) sino atacar a un contribuyente”, resumió. También disparó munición gruesa contra Jaime Mecikovsky, un hombre clave dentro de la estructura del organismo recaudador que fue multidenunciado en relación al manejo en las sombras de mucha información bajo secreto fiscal que terminaba nutriendo causas judiciales. Denunció que recibió presiones de él, en correos electrónicos intimidatorios.
A su turno, los fiscales Diego Velasco y Juan García Elorrio dirigieron su interrogatorio a fortalecer el denominado Informe Preliminar N°14 de 2016, uno de los puntales de la causa que instruyó Julián Ercolini. El debate es que si de ese análisis surge un delito, debían ponerlo en conocimiento de las autoridades más allá de que estuviese incompleto como auditoría. Fuertes explicó que debía darse parte a las áreas auditadas y que la detección de objeciones no implicaba que fuese posible hacer cambios en los procesos. En rigor, la N°14 fue un supuesto análisis en los procesos de cobro de la Agencia de AFIP donde estaba radicada Oil, y respecto al impuesto ITC. Es decir, que era el único contribuyente que tenía esas características. Para el testigo, las auditorías siempre deben determinar un “universo” de contribuyentes que cumplan con determinadas características. Eso se llama “contra verificación”, un procedimiento normado para AFIP donde analizan cómo se comportaron los agentes, no los contribuyentes. Los fiscales no contaron con ayuda de la querella de la AFIP. Por tercera audiencia consecutiva no tuvieron preguntas para los testigos.
“Lo que corresponde es trasladarlo al área legales o jurídicos de AFIP”, respondió el exsubdirector a preguntas de la fiscalía que también inquirió acerca de -si como ocurrió con Oil- hubo auditorías que fueron incluidas por fuera del plan anual planificado con meses de anterioridad. “La recomendación era hacer una mejora normativa”, afirmó en su testimonio sobre la conclusión de la auditoría general sobre planes de pago de la gestión Cambiemos. Lo cierto es que al día de hoy, sigue vigente sin cambios.
Fuertes reconoció que lo unía una “amistad” con Ricardo Echegaray, el exrecaudador imputado en la causa, pero también reconoció que se fue en enero de 2015 “peleado” con el exfuncionario. “Dicen que Echegaray no tiene amigos”, bromeó el testigo para referirse a que se conocieron estudiando y que luego cuando se incorporó a la AFIP, él lo propuso para ser la cabeza de auditoría interna, en anuencia con la SIGEN que debe prestar acuerdo.
A preguntas de las defensas, Fuertes recorrió una vez más los procedimientos de auditoría que regían en la AFIP pero también abordó cuestiones como el otorgamiento de planes de pago para financiar en cuotas el pago de impuestos. Allí dejó su parecer respecto a que se debía privilegiar la continuidad de una empresa que tuviese dificultades para el pago de tributos y que los planes eran una facultad que permitía alcanzar un fin social de mantenimiento de la actividad y de las fuentes de trabajo.
“La actuación de Mecikovsky no era acorde al rango de subdirector ni como persona de bien”, lanzó el testigo que dijo contenerse para no ingresar en otros aspectos. Pero también, dado que AFIP -en forma inédita en su historia- demandó de forma civil por “lucro cesante” y “daño a la imagen” a Oil y sus accionistas, el testigo aprovechó para invertir los roles: “A (Alberto) Abad deberían demandarlo por el daño que él le hizo a la imagen de la AFIP”, replicó.